Por Adán Astudillo
María Andreina De Grazia, hija del exdiputado y exalcalde Américo De Grazia, quien hoy se encuentra privado de libertad por el régimen de Nicolás Maduro en el Helicoide de Venezuela, y quien después de 11 días de una desaparición forzada, aún no se ha logrado una comunicación directa con la familia ni una prueba de fe de vida; sólo en la búsqueda que realizaron los familiares, los funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) informaron que lo tenían en el Helicoide.
María Andreina, se encuentra en Texas, Estados Unidos (EEUU), y en la manifestación de protesta mundial en rechazo al fraude electoral, que fue convocada por María Corina Machado, Edmundo González y los factores democráticos, María acudió a la concentración de los venezolanos en la ciudad norteamericana donde reside y elevó su voz para pedir por la libertad de su padre Américo De Grazia y de todos los presos políticos, al igual que se les otorguen el Debido Proceso enmarcado en el Estado de Derecho.
Lo más duro es el exilio
La joven María Andreina, dijo que lo más duro que ella ha vivido, al igual que todos los suyos que están fuera de Venezuela, es estar lejos de su gente, “lo más duro es estar viviendo en el exilio… es una de las cosas más difíciles en este momento. Estar lejos, no poder estar con él (con su padre), no poder apoyarlo directamente. –Pero también agradezco el hecho de estar fuera, porque eso me permite ser su voz y la voz de miles de venezolanos que están pasando, desgraciadamente por la misma situación–“, indicó.
Aseguró que para su padre Américo De Grazia, “el amor más grande ha sido siempre Venezuela, y estoy segura que siempre lo será… así que deseo verlo en libertad y deseo ver a mi país en libertad”, recalcó.
Agradeció el apoyo que ha tenido con los medios de comunicación, “estoy súper agradecida por este espacio, por el espacio que todos los medios de comunicación me han dado; pero sobre todo, por el apoyo de todos los venezolanos que nos han escrito, que nos han mostrado solidaridad a nuestra familia… también, con toda Venezuela, porque somos muchos en el exilio que hoy seguimos siendo la voz de todos los que están en Venezuela, a quienes están tratando de silenciar y callar…”, para cerrar, la María Andreina, pidió con un fuerte grito, la libertad para su papá y para su país.